En septiembre cambian los hábitos de consumo de carne de cerdo. El final del verano y la vuelta a la rutina hacen que las familias dejen atrás barbacoas y comidas más informales para volver a los menús semanales, más organizados y equilibrados. Este cambio también se nota en el sector cárnico: lo que piden los clientes varía, y con ello cambian también las demandas hacia distribuidores, carnicerías y proveedores.
En Cárnicas Iruña lo vivimos cada año junto a nuestros clientes profesionales. Conocer esas variaciones y adaptarse a ellas es clave para responder a lo que realmente buscan los consumidores en esta época.
De la barbacoa al guiso
Durante los meses de calor, la demanda se concentra en cortes pensados para la parrilla: costillares, pancetas, secretos, chuletas… productos que encajan con encuentros sociales y cocinas rápidas.
Con la llegada de septiembre, el consumo de carne de cerdo se desplaza hacia cortes para recetas más tradicionales: lomos, paletas, codillos o piezas para guisos y asados. Empiezan a ganar protagonismo los platos de cuchara, las elaboraciones más largas y las preparaciones que acompañan la vuelta al hogar y al colegio.
Un consumidor que busca confianza
La vuelta a la rutina no es solo un cambio de cortes, también de mentalidad. Las familias vuelven a organizar menús semanales y quieren productos versátiles, de calidad constante y con origen claro.
Para el carnicero o el distribuidor, poder ofrecer carne con trazabilidad garantizada y certificaciones como Welfair™ —que avala el bienestar animal— o SAE —que permite exportar a mercados internacionales— es un valor añadido que transmite confianza en el mostrador.
La importancia de prever la demanda
Para los profesionales del sector, septiembre es un mes de planificación. Anticiparse a los cambios de consumo permite optimizar pedidos y stocks, adaptar el surtido a los cortes que más rotan y aprovechar la estacionalidad para ofrecer elaboraciones a medida, como preparados de guiso o bandejas familiares.
En Cárnicas Iruña acompañamos a nuestros clientes en este proceso, asegurando un suministro constante y adaptado a las necesidades de cada temporada.
Un otoño con nuevas oportunidades
La vuelta a la rutina es también una oportunidad para reforzar la relación entre productor, distribuidor y consumidor. Quien compre carne en septiembre busca seguridad, calidad y practicidad. Y esa es la base sobre la que trabajamos cada día: ofrecer a nuestros clientes profesionales un producto que responda a las expectativas del mercado, no solo en verano, sino en todas las estaciones del año.
En este camino nos respaldan certificaciones como Welfair™, SAE y Calitax OCA Global, que aseguran bienestar animal, trazabilidad y seguridad alimentaria. Pero más allá de los sellos, lo que garantiza la confianza es el trabajo diario: controles veterinarios en granja, análisis en laboratorios acreditados y procesos digitalizados que nos permiten ofrecer siempre carne de cerdo segura y de calidad.