Aprovecharlo todo: cuando el sentido común también es sostenibilidad

30.10.2025

Cajas con carne de cerdo en sala despiece

En una planta de despiece nada se detiene.
Cada pieza tiene su camino, cada corte su destino, y detrás de todo, una idea que en Cárnicas Iruña llevamos grabada desde el principio: del cerdo se aprovecha todo, hasta los andares.

Puede sonar a frase hecha, pero resume una forma de trabajar muy real.
Lo que en otros sitios llaman economía circular, aquí es simplemente sentido común, respeto y oficio.
Respetar el producto, respetar los recursos y respetar el esfuerzo que hay detrás de cada animal.

El valor está en los detalles

Cada jornada, toneladas de carne pasan por nuestras manos.
Y lo que podría ser residuo, aquí se convierte en oportunidad.
Las grasas se destinan a otros usos industriales, los huesos se aprovechan en caldos o piensos, y las cortezas se transforman en snacks.
Nada se desperdicia porque cada parte tiene su utilidad y su valor.

No es solo una cuestión económica —aunque también lo sea—, sino de lógica y respeto.
Si el producto es bueno, todo lo que sale de él merece un destino útil.
Ese enfoque práctico es el que da sentido a lo que hacemos y explica por qué el oficio, a veces, es la forma más real de sostenibilidad.

En Cárnicas Iruña lo aplicamos cada día gracias a una gestión precisa del proceso: separar, clasificar y controlar cada tipo de producto para garantizar que todo tenga un aprovechamiento responsable y seguro.

Producir mejor también es reducir

La sostenibilidad no está solo en el aprovechamiento del producto, sino en cómo se gestionan los recursos.
Cada litro de agua, cada kilovatio, cada hora de frío cuenta.
Por eso, parte de nuestro trabajo se centra en reducir sin perder eficiencia: optimizando consumos, recuperando energía y planificando procesos para que nada sobre ni falte.

Nuestra planta cuenta con un sistema de recuperación de calor mediante un tanque de 13.000 litros de agua, que aprovecha la energía del aceite de los compresores para reducir el consumo energético diario.
Además, el 24 % de la energía que utilizamos proviene de autoconsumo fotovoltaico, lo que refuerza nuestro compromiso con la eficiencia y la reducción del impacto ambiental.

No se trata solo de cumplir con la Agenda 2030 o de marcar objetivos medioambientales en un papel.
Se trata de conciencia y responsabilidad: de entender que producir bien también significa hacerlo con cabeza, usando solo lo necesario y aprovechando lo que ya tenemos.

Lo que empieza en la planta continúa en el mercado

El aprovechamiento no termina en la producción.
Distribuidores y carniceros también forman parte de esta cadena circular: planificando pedidos, ajustando formatos y evitando desperdicios.
La sostenibilidad solo funciona si todos remamos en la misma dirección.

Por eso, cuando hablamos de aprovecharlo todo, no solo pensamos en el producto, sino también en la relación con nuestros clientes.
Hacer bien las cosas no es una campaña, es una manera de trabajar.
Y cuando el trabajo tiene sentido, la sostenibilidad llega sola.